El proyecto de desarrollo de Railroad Land se estaba quedando sin fuerza.

La Corporación de Desarrollo Económico de Monadnock (MEDC, por sus siglas en inglés) había trabajado durante años para limpiar y reconstruir un patio ferroviario cubierto de maleza y una fábrica de pulido de plata vacante a dos cuadras detrás de Main Street en Keene. El proyecto de $30 millones incluía un hotel de 100 habitaciones, oficinas para el Centro Médico Cheshire y numerosos servicios comunitarios, viviendas para personas mayores y condominios comerciales y residenciales.

Los bancos interesados en prestar para el proyecto se habían retirado cuando la economía se desplomó y el crédito se secó. En la primavera de 2008, sólo un banco se comprometió a financiar la construcción de una pieza clave, un edificio de uso mixto de cuatro pisos, y al MEDC le faltaron unos 2 millones de dólares.

"Eso podría haber matado el proyecto", dice el presidente de MEDC, Jack Dugan. "Habría causado una serie de incumplimientos (...) Habría sido una pesadilla".

Jack llamó al Fondo de Préstamos Comunitarios, cuyo personal de Instalaciones Comunitarias vio el potencial del proyecto más grande para empleos, viviendas y servicios para personas con ingresos bajos y moderados y acordó prestar los últimos $2 millones para mantenerlo a flote.

"Nunca esperé que el Fondo de Préstamos Comunitarios pudiera desempeñar un papel como este", dice Jack. "No sabía que tenían ese tipo de creatividad y flexibilidad".

También fue inesperado el nivel y la variedad de experiencia que el Fondo de Préstamos Comunitarios aportó.

"Al mismo tiempo que negociaban con nosotros y con el banco y revisaban nuestros documentos, también me proporcionaban orientación y conocimientos para ayudarme a avanzar en el proyecto", dice Jack.

Para el otoño de 2009, el proyecto Railroad Land volvió a estar en marcha. Se esperaba que el hotel abriera sus puertas el verano siguiente, y MEDC buscaba desarrollar el terreno a su alrededor de manera que creara más empleos, más viviendas, más espacio para organizaciones sin fines de lucro y tal vez incluso una cooperativa de alimentos.

"No habría sido posible sin el Fondo de Préstamos Comunitarios", dice Jack.

Esta historia fue publicada en el informe anual 2009 del Fondo de Préstamos Comunitarios.